Con la colaboración de Mayte Bonilla Castro

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Hoy tenemos a todo un campeón del mundo, Antonio García Robledo, de la Llagosta (Barcelona). Elegido mejor lateral izquierdo de la Liga ASOBAL de balonmano en dos ocasiones, ha jugado en equipos como el FC Barcelona o el Paris Saint-Germain; y se proclamó, junto a la selección española, campeón del mundo de balonmano en 2013. Actualmente juega en el CSM București rumano.

¿Qué prefieres,  música, cine, literatura…? 

Todo. Cada cosa a su debido tiempo y en su debido momento.

En cuanto a libros, ¿qué lee un campeón del mundo? 

A mi me gustan mucho los libros autobiográficos, en especial los de deportistas. Me gustó mucho la biografía de Rafael Nadal y la de Mourinho, entre otras. También me gustó mucho la Trilogía de Canción de hielo y fuego, en la que se basa la serie Juego de Tronos. Y por último,si debo quedarme con algun/a autor/a, me gustan los libros de Julia Navarro (La Hermandad de la Sábana Santa, La Biblia de Barro, Dime quién soy…).

¿Te llevas también libros a las concentraciones?

Normalmente sí, aunque siendo sincero suelo leer más durante los viajes, en casa y sobre todo en vacaciones.

¿Crees que el deporte es cultura?

Absolutamente. Hay formas de entender la vida, de transmitir y de valorar las cosas que como mejor se pueden adquirir es mediante el deporte: el esfuerzo, la superación, el trabajo en equipo, la solidaridad…

¿Qué les dirías a esas personas que creen que los deportistas son personas poco instruidas y que apenas se interesan por la cultura?

Que en el deporte hay de todo, como en todos los ámbitos de la vida. Todo depende de lo que te hayan inculcado, de tus prioridades y de la gente que te rodea… Como la vida misma. Hay deportistas que se preocupan en formarse y en estar informados de los temas de actualidad y supongo que hay otros que tienen otras prioridades. En mi caso, no te voy a decir que soy Einstein pero sí puedo decir que intento estar informado, e intento tener un mínimo de nivel cultural para poder mirar al día a día sin tener que depender de nadie.

España, Francia, Hungría, Dinamarca y ahora Rumanía…  ¿Qué has aprendido de vivir esta mezcla de idiomas y costumbres?

Pues sobre todo que siempre vas a encontrar algo o alguien que nunca habrías imaginado, que somos una pequeñísima parte del mundo y que lo más importante en esta vida es estar rodeado de la gente que te quiere y a la que quieres; y, aunque se esté lejos, hacerte sentir muy cerca de ellos/as. En cuanto a los idiomas, creo que es una de las cosas más enriquecedoras que he podido adquirir. Me fui de casa hablando castellano, catalán y un nivel bajo de inglés. Ahora puedo decir que mi inglés es bastante bueno, hablo francés y entiendo algo de rumano. El danés y el húngaro fueron demasiado para mi.

¿Por qué recomendarías practicar el balonmano? 

Recomendaría practicar cualquier deporte, el que a cada persona le guste más, pero practicar deporte, el que sea. En mi caso empecé a jugar balonmano porque mi madre me apuntó, pero ahora mismo puedo decir que me encanta porque es un deporte de contacto, donde se trabajan todas las capacidades físicas, coordinativas y cognitivas al máximo. Y además, todos los valores que cualquier deporte de equipo te va a aportar: esfuerzo, dedicación, sacrificio por uno/a mismo/a y por el/la compañero/a…

¿Que consejo les darías a los niños que de mayores quieren ser como Antonio García? 

Que sean ellos/as mismos/as, con sus aficiones, diversiones y necesidades, pero que sobre todo disfruten de todo lo que hagan y lo intenten vivir al máximo, porque solo así podrán llegar dónde quieran.