Mariana Escobar: «A mí me mueve la nostalgia»

Hoy traemos a nuestras páginas a Mariana Escobar, autora del blog de poesía Mariana a través del espejo y participante en la antología poética Instagram 2019 titulada Amamos la poesía.

A los nueve años ya descubriste que podías hacer versos. ¿Te criaste en un ambiente literario o fue algo que surgió en ti de manera espontánea?

No podría decir que crecí en un ambiente literario, pero tuve herramientas a la mano que me abonaron el camino. Había una pequeña biblioteca en mi salón de clases, cuyos libros devoraba cuando tenía oportunidad; esa es, sumada a un libro de cuentos que nos regaló mi mamá, a mi hermana y a mí, la referencia más temprana que tengo en mi memoria, respecto a mi vida como lectora. En cuanto a escribir, tal vez mi plantel educativo no era un ambiente literario, pero abría algunos espacios para aquel que quisiera experimentar, y eso fue determinante en mis inicios; curiosamente, mi primer intento en narrativa y poesía a los ocho años, no tuvo un buen comienzo, como sí lo tuvo el periodismo. Pero para responder puntualmente la pregunta, me gustaría decir que, perdida en el bosque, me fueron dejados pequeños guijarros para que pudiese encontrar el sendero a casa.

¿Cuáles son tus poetas favoritos?

Siendo sincera, no puedo decir que tenga poetas favoritos; creo que, más bien, tengo poemas favoritos de algunos escritores. Pero, si pienso en aquellos que me han marcado más, tengo que nombrar a Federico García Lorca, y es curioso, porque no me había dado cuenta de su influencia, en mi propia métrica, por ejemplo, hasta hace muy poco. Pablo Neruda es otro referente que no puedo obviar, porque creo que de él aprendí a no ser muy canónica en el tema de las estrofas, y de marcar la intensidad del poema con ellas. Un último escritor que puedo mencionar es Ismael Enrique Arciniegas, colombiano, del cual disfruto especialmente la capacidad de transmitir vehemencia y pasión en sus escritos, y eso es algo que para mí es supremamente valioso en cualquier obra literaria.

En tus creaciones predomina el drama, e incluso te mueves en el filo de la tragedia. ¿Crees que el sufrimiento es más inspirador que el gozo para la poesía?

Screenshot_20190922-182412No quisiera esa etiqueta de poetisa trágica y bohemia que sólo habla de desamor (risas). Tiendo a pensar que, más que la tragedia o el drama, a mí me mueve la nostalgia; nostalgia por un recuerdo, por algo perdido, por algo amado. Es un tema complejo, y sólo puedo abordarlo desde mi experiencia. Particularmente hablando, creo que es más común encontrar temas de sufrimiento en la poesía porque, mientras el gozo es algo que suele ser compartido de manera más abierta (es algo que se exterioriza más fácilmente), el dolor es un sentimiento muy personal, muy íntimo, al que algunos encontramos desahogo en forma de versos. Es ese carácter de catarsis que muchas veces tiene la poesía, lo que le da ese tono; pero, en general, pienso que cualquier tema puede ser abordado en lírica, y encontrar, de todas formas, una gran belleza.

En tu carta de presentación dices: «En cada rincón de este espacio habrá un trozo de mí misma, como en un gran espejo; si lo miras con atención, verás reflejado lo más profundo de mi ser…». La voz, con frecuencia desgarradora de la protagonista de tus versos (que generalmente están escritos en primera persona), ¿en qué medida es la voz de su autora?

(Risas). Creo que ese es un detalle que a veces nos cuidamos mucho de dar, cuando escribimos poesía. Quisiera citar a un amigo muy querido, que una vez me dijo: «escribes más de lo que vives, o vives más de lo que escribes». Mi respuesta, en aquel entonces, fue: «ambas opciones son correctas, cada una en su momento». Eso resume casi perfectamente lo que puedo decir al respecto. Sólo agregaría que mi poesía es siempre personal, sea porque las vivencias son mías, o porque es mi visión frente a algún tema; siempre es mi voz, en ese sentido, y procuro dejarla plasmada en cada poema porque, por ajena que me sea la experiencia, para mí es infaltable en la poesía el que ésta tenga algo del alma de su creador. De manera que, desde ese punto de vista, sea o no mi piel, es completamente mi voz.

En las diferentes categorías en que está organizado el blog, nos encontramos con una llamada Cartas al viento, cuyo contenido no es poesía sino relatos. ¿Te sientes cómoda en este formato?

Esa es una asignatura pendiente que tengo desde mis inicios. La narrativa y yo tenemos una relación tormentosa que espero poder resolver. Cartas Al Viento nace, tal como se presenta en el blog, como «mi diario bajo el velo de la metáfora»; algunos son cuentos que nacieron de ejercicios literarios, en los que busqué romper el hielo con ese género; otros son relatos de vivencias personales que quise plasmar en tercera persona, en ambientes distintos y bajo la prosa, en los momentos en los que no era capaz de recurrir a la lírica. Siempre he querido escribir narrativa, sueño con escribir una novela y lo he intentado desde los once años, sólo que aún estoy en el ejercicio concienzudo de desarrollar, más que una historia, la capacidad de crearlas; pero definitivamente es un formato que me gusta, que me ha ayudado a crecer, y con el que espero lograr algo importante también.

Tu lenguaje tiene un regusto decimonónico, en el que la elegancia se halla siempre presente. ¿Es algo buscado o es una forma de expresión escrita que te surge de forma natural?

Infinitamente agradecida por el cumplido, debo decir. Es algo natural y no lo es. Es decir, no es algo con lo que se nace, pero se desarrolló de forma natural, debido principalmente al tipo de literatura con el que suelo alimentarme. Soy amante de la novela histórica, me fascina la historia medieval; y me encanta la novela inglesa costumbrista; de modo que, casi de forma inconsciente, esas lecturas han moldeando mi estilo. Por otro lado, cabe mencionar que, si bien en la literatura contemporánea es más común ver un estilo más espontáneo, más desparpajado, si se quiere, en mí no es natural; de manera que, sin querer llegar a los discursos elaborados y llenos de palabras estentóreas (que no disfruto), abogo más por un lenguaje más romántico y poético, más delicado, que le dé algo de luz a una realidad que, en términos generales, puede presentarse algo sombría.

Tu formación teológica y tu fe en Dios, ¿hasta qué punto influye en tu obra?

Muchísimo. Cito el blog para decir que, si bien hay una categoría especial para poemas de corte teológico, Dios está presente en cada rincón de mi obra; desde las notas de esperanza que trato de incluir, incluso moviéndome al filo de la tragedia (risas), hasta referencias puntuales cuando hablo del Cielo o del Sol; y está en los temas que evito tocar, porque no me siento cómoda con ellos, debido a mi fe. Digamos que Dios no es un capítulo adicional para mí; está presente en todo, y dirige toda la orquesta, no porque yo lo incluya, sino porque Él me dio la capacidad para crear y para escribir lo que escribo. Y me atrevería a decir que mi deseo por ser transparente en lo que hago, por mostrar lo mejor de mí en cada cosa que publico, por honrar un oficio que me es querido de todas las formas posibles, se debe al sello que Su Presencia ha puesto en cada aspecto de mi vida. Dios ha bordado mi vida y cada uno de mis versos con Su hilo invisible.

¿Cuáles son tus sueños como escritora?

Volar hasta donde sea posible, y un poco más allá (risas). Desde un aspecto menos poético, quisiera alcanzar cada rincón con mi obra; pero más que por la fama, por el hecho de que las personas disfruten lo que hago y le encuentren algo de valor. Obviamente muero por publicar, tanto poesía como narrativa, pero más que un fin en sí mismo, lo veo como un canal para lograr ese deseo de mostrar al mundo lo que tengo, esperando que ese mundo le haga un lugar. A nivel más personal, mientras la poesía sea mi catarsis, el poder dejar el alma en un verso; ser fiel a mí misma y a mi estilo, y darle forma a mis sentimientos en palabras, será siempre mi mayor satisfacción. Quiero seguir escribiendo porque nació como una puerta a mi alma, pero quiero que esa alma vuele lejos; y, en ese aspecto, creo que el cielo es el límite, a menos que yo le ponga techo.

¿Cuándo veremos publicado un libro con tu obra?

Me encantaría tener la respuesta a esa pregunta. Por lo pronto, puedo decir que estoy trabajando en ello de forma concienzuda desde hace unos meses, obligando a mi musa a hacer su oficio, para tener algo digno de presentar al público. Eso, y que estoy participando en una antología de poetas de Instagram, llamada Amamos La Poesía, la cual está disponible en Amazon; una obra encabezada por Ismael Villasol que, además de ser preciosa y contar con poetas de un talento impresionante, hace parte de una labor social para apoyar a la Fundación Aladina, en España, que trabaja con niños con cáncer. Espero poder tener noticias más concretas de un libro en solitario; no digo que pronto, pero sí en su momento, y pues compartir con ustedes esta bella antología de la cual hago parte.

¿Algo más que te apetezca contarle a nuestros lectores?

Decirles que están invitadísimos a mis redes sociales y a mi blog, Mariana A Través Del Espejo, para que conozcan un poco más de mí, y de mi obra; e invitarlos también a que echen un vistazo a la antología poética Amamos La Poesía, con lo cual se llevan un libro fantástico, además de aportar un granito de arena para la labor de la Fundación Aladina. A cada “escritor de closet” que aún está esperando salir, con algún fragmento escrito en una vieja servilleta, o en un papel; decirle que deje el alma volar, y que se lance sin pensarlo dos veces, porque nadie sabe hasta dónde pueda llevarlo el viento. Es un camino que siempre vale la pena. Y a los paladines de Resistencia Literaria, muchas gracias por la invitación; es un verdadero honor hacer parte de sus páginas; espero que el espejo nos traiga muchas más sorpresas.

Facebook: Mariana A Través Del Espejo

Instagram: @marianaenelespejo